Existen varias aportaciones sobre la educación que han hecho autores como Dewey que habla que los maestros son profesionales reflexivos con la capacidad de desempeñar papeles muy activos en el desarrollo de programas y en la reforma educativa, se dice que un maestro por la manera de ser reflexivo de distinguen de otras concepciones.
Estoy y no estoy de acuerdo en el momento que dicen que la reflexión empieza cuando un maestro se enfrenta con una dificultad, un accidente problemático o una experiencia que no se puede solucionar de inmediato. No estoy de acuerdo porque en nuestro caso reflexionamos desde el momento en que planeamos y visualizamos lo que puede pasar con cada una de las actividades planeadas y estoy de acuerdo que la experiencia nos ayuda mucho a hacer esas visualizaciones.
Hay que ser muy reflexivos ya que esto nos ayudará a no ser maestros del montón (irreflexivos) que aceptan la realidad cotidiana sin protestar y no dan puntos de vista para mejorar, les da flojera hacerlo, pierden de vista cuáles son los propósitos y fines que motivan su trabajo.
La reflexión no lleva una serie de pasos, es más bien una forma holística de atender y responder a los problemas de manera eficaz, involucra intuición, emoción y pasión.
Muchos nos adentramos a la enseñanza porque queremos mejorar condiciones de aprendizaje, creemos que podemos influir y además porque nos gusta trabajar con los pequeños, más en nuestro caso que sabemos que el educador físico es uno de los maestros más queridos y así mismo trabajos con los tres niveles de educación básica aprendemos utilizar técnicas, escuchar, usar la cabeza y los corazones.
Dewey habla de que hay tres actitudes básicas para la reflexión: la mente abierta que nos dice que debemos aceptar opiniones de las demás personas y estar siempre de acuerdo que nuestros pensamientos no siempre son los mejores y que podemos estar equivocados, saber que a veces nos pueden criticar constructivamente y que nos ayudará para mejorar cada día más; responsabilidad: saber que todas las acciones que realicemos tendrán una consecuencia ya sea buena o mala y hay que saber afrontarlas, aquí nos preguntamos por qué actuamos de cierta manera y nos preocupamos por las formas en que funciona, porqué y para quién está funcionando; honestidad: aquí junta la mente abierta y la responsabilidad y habla de que se examinan sus propias suposiciones y creencias de forma periódica y evalúan los resultados de sus acciones mientras conservan la actitud de que pueden aprender algo nuevo de cualquier situación.
Todo esto lo debemos de tomar en cuenta y sobre todo estar pendientes de lo que pueda acontecer para ser buenos maestros, siempre siendo mejores y cumplir nuestros objetivos dentro del sistema educativo.
Estoy y no estoy de acuerdo en el momento que dicen que la reflexión empieza cuando un maestro se enfrenta con una dificultad, un accidente problemático o una experiencia que no se puede solucionar de inmediato. No estoy de acuerdo porque en nuestro caso reflexionamos desde el momento en que planeamos y visualizamos lo que puede pasar con cada una de las actividades planeadas y estoy de acuerdo que la experiencia nos ayuda mucho a hacer esas visualizaciones.
Hay que ser muy reflexivos ya que esto nos ayudará a no ser maestros del montón (irreflexivos) que aceptan la realidad cotidiana sin protestar y no dan puntos de vista para mejorar, les da flojera hacerlo, pierden de vista cuáles son los propósitos y fines que motivan su trabajo.
La reflexión no lleva una serie de pasos, es más bien una forma holística de atender y responder a los problemas de manera eficaz, involucra intuición, emoción y pasión.
Muchos nos adentramos a la enseñanza porque queremos mejorar condiciones de aprendizaje, creemos que podemos influir y además porque nos gusta trabajar con los pequeños, más en nuestro caso que sabemos que el educador físico es uno de los maestros más queridos y así mismo trabajos con los tres niveles de educación básica aprendemos utilizar técnicas, escuchar, usar la cabeza y los corazones.
Dewey habla de que hay tres actitudes básicas para la reflexión: la mente abierta que nos dice que debemos aceptar opiniones de las demás personas y estar siempre de acuerdo que nuestros pensamientos no siempre son los mejores y que podemos estar equivocados, saber que a veces nos pueden criticar constructivamente y que nos ayudará para mejorar cada día más; responsabilidad: saber que todas las acciones que realicemos tendrán una consecuencia ya sea buena o mala y hay que saber afrontarlas, aquí nos preguntamos por qué actuamos de cierta manera y nos preocupamos por las formas en que funciona, porqué y para quién está funcionando; honestidad: aquí junta la mente abierta y la responsabilidad y habla de que se examinan sus propias suposiciones y creencias de forma periódica y evalúan los resultados de sus acciones mientras conservan la actitud de que pueden aprender algo nuevo de cualquier situación.
Todo esto lo debemos de tomar en cuenta y sobre todo estar pendientes de lo que pueda acontecer para ser buenos maestros, siempre siendo mejores y cumplir nuestros objetivos dentro del sistema educativo.
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